[Reseña] Yumbotopía de Las Yumbeñas

Las Yumbeñas presenta su segundo disco de estudio, un trabajo que pone en canciones su mundo: Yumbo.
Jueves, 25 Julio, 2019 - 02:55

Por: Eduardo Rendón Benítez

Así es como deberían ser todos los discos en 2019: de no más de media hora. En este caso, un total de 10 canciones en tan solo 24 minutos. Eso, sólo eso, dura Yumbotopía, el segundo álbum de Las Yumbeñas, un trabajo que desde su longitud se muestra acorde al consumo de música actual: rápido, directo y ligero. 

Editado bajo el sello Discos La Modelo, el sucesor de Me Cansé de Llorar Voy a Vomitar (2017) se puede describir como Las Yumbeñas siendo Las Yumbeñas: canciones de desamor que se mueven entre la balada pop y la estética punk; guitarras crudas y armonías vocales despreocupadas por la afinación (¿de verdad les interesa?). El resultado, al igual que con su disco debut, es un conjunto de composiciones perfectas para cantar y corear en las que la técnica pasa a un segundo plano.

Si usted es de los que disfruta de la interpretación cuidada y de los altos niveles de producción Yumbotopía seguramente le será indiferente. En cambio si a usted le gusta la crudeza desde lo estético, que además sirve para acompañar el concepto lírico de este mundo creado por Las Yumbeñas, disfrutará de un disco directo que continúa entregando grandes canciones en la carrera del trío como Ansiedad Social, Japón es Más Alcanzable que la Felicidad o Corazón, mis preferidas del disco.

Aunque canciones como La Buena Vida, Quererte Aprissa, Procesos del Fuego o El Tema de Amor que Esperabas, tal vez por su estilo y velocidad dejan expuestas las falencias interpretativas del proyecto (algo a lo que nunca le han tenido miedo ni intención de ocultar), Yumbotopía sigue refrescando el panorama de la música alternativa nacional. Un álbum divertido que permite su escucha y que sigue marcando el camino estético y conceptual de Las Yumbeñas, ese mundo imaginario hecho canciones, videos o canales de televisión alojados en redes sociales. Todo muy 2019, todo muy pop punk más, punkero que popero.