Él Mató y una tarde noche eterna

Un nuevo capítulo en la historia de Él mató a un policía motorizado con Colombia.
Sábado, 7 Septiembre, 2019 - 06:25

Por: Eduardo Rendón Benítez

Las cosas pasan cuando tienen que pasar. No pudieron ser parte del Concierto Radiónica 2018 después de haber lanzado uno de los mejores discos del 2017 (La Síntesis O’Konor) y de haber presentado una de las canciones más importantes de nuestra programación (La Noche Eterna). Un año después Él Mató a un Policía Motorizado se unió a nuestra celebración para exponer esa propuesta en la que la poesía de la vida se despoja de adornos sobreactuados para llegarle sin ornamentos al amigo y al desconocido.

Revisando canciones de su más reciente disco de estudio, de La Dinastía Escorpio (2012) de Violencia (2015) o del Día de los Muertos (2008), los argentinos firmaron una alianza entre ellos, Radiónica y el público bogotano que durante una hora presenció un acto sencillo pero directo. Momentos instrumentales intensos se mezclaron con canciones que se han hecho himnos de un número de fanáticos en crecimiento.

Fanáticos que han encontrado en sus discos y en sus canciones vivencias que han hecho propias. Fanáticos que en sus distintas presentaciones en el país han saltado y cantado. Fanáticos que saben que lo de Él Mató no es show, luces ni pirotecnia, sino emoción. La emoción del que ha ganado y ha perdido. Del que ha fallado y se ha levantado. Del que ha reído y ha llorado. 

Todo eso se materializó en uno de los momentos más emotivos de la jornada. Orgánicamente, sin que la banda lo pidiera, el Movistar Arena se llenó de luces de teléfonos móviles que iluminaron Excalibur, ese hermoso preludio que prepara el terreno para El Mundo Extraño de su más reciente disco nominado a Mejor Álbum Rock en los Grammy Latinos.

Así lo de Él Mató a un Policía Motorizado en el Concierto Radiónica 2019 siguió escribiendo la historia de la banda con nuestro país. Una oportunidad de llegar a nuevos oídos. El momento perfecto para invitar al amigo o al desconocido a hacer un próximo movimiento, para decirle, a ese mismo amigo o desconocido, que todo va a estar más o menos bien.