Consejos para bandas emergentes | Parte 2

Seguimos reseñando algunos aspectos a manera de consejos prácticos para bandas que se encuentran en estado emergente.
Lunes, 2 Diciembre, 2019 - 09:11

Por: Héctor Mora

Dado que sobreviví a mi reseña anterior sobre este tema, he tomado fuerzas nuevamente para atreverme a presentar una segunda entrega de reflexiones y comentarios, que a veces podrían ayudar a más de uno a evitarse dolores de cabeza con su grupo y lo que espera de la promoción. Todo hecho con la mejor de las intenciones y la idea de hablar de temas que no se mencionan públicamente la mayoría de veces.

El proceso de grabación es de por si complejo y dispendioso, asimismo los esfuerzos económicos para alquilar estudios o desarrollar sesiones de grabación son factores que eventualmente terminan impactando el tiempo que se puede dedicar al trabajo de captura, mezcla y post producción general de una banda.

Después de realizar un esfuerzo tan dedicado, ¿no les parece lógico que si hay algo que evidentemente puede afectar la calidad del material, y por ende no logra conectarse con las audiencias, debe ser evaluada su inclusión ahí mismo, de manera que no se pierda el esfuerzo realizado?

Para ello, es fundamental ser un crítico duro de su propia propuesta y en ese orden de ideas, darse cuenta de que si está escuchando algo que suena mal, hay que corregirlo o por lo menos evitar publicarlo… no trate de darle largas y hacerse el loco, porque se va a notar, sobretodo si hablamos de problemas de afinación de voz, por ejemplo. 

Es muy triste cuando se encuentran grandes producciones musicales en las que claramente el trabajo vocal está muy por debajo del resto, de tal manera que puede llevar toda la propuesta al abismo. Tanto, que uno podría pensar que era mejor sencillamente haber esperado hasta corregir lo que evidentemente quedó mal.

Asumiendo que esa etapa haya sido superada, aparece el reto de disponer los temas que a veces se dejan de lado, los que se consideran importantes, los experimentales, etc… y a veces se piensa demasiado rápido sin medir el orden de las canciones del EP o del disco.

En lo posible se debe tratar de no elegir la canción con más defectos para abrir el álbum (así uno la quiera como a un hijo) y por el contrario debe ser muy bien balanceado entre canciones que potencialmente pueden ser sencillos, canciones radiales, canciones de identidad y exploración. Trate de elegir temas que no sean muy extensos para el inicio, después de todo sí es su primer trabajo, arriesgarse con una primera canción supremamente larga puede no ser muy estratégico.

Ahora bien, una vez realizada la grabación y si se cuenta con la suerte para que todo haya quedado de la manera deseada, debe tenerse  en cuenta que la promoción más efectiva se sustenta al vivo. Para ello es fundamental que las agrupaciones se encuentren muy bien ensayadas y convencidas de su discurso en vivo. Lo anterior tiene que ver con el nivel interpretativo en tarima, la conexión con el público y por qué no, también la puesta en escena y el vestuario. Después de todo hay que tener presente que cuando una banda está en concierto, no puede reflejar una imagen como si estuviera ensayando un domingo con la ropa después del almuerzo familiar.

Finalmente vamos a una reflexión más profunda, y es definir qué se quiere, qué se busca con el material. ¿Una gira, ubicarse en un mapa sonoro?, ¿pegarle a un sencillo que sea un hit o mostrar toda una estética a través de un disco?. Tal vez lo más importante es no sobreactuarse y darle tiempo a madurar la propuesta, después de todo no se puede olvidar nunca que la música es arte y por ende tiene que decir algo.