1280 Almas: radiografía sonora de un país

Un recorrido en la voz de Fernando del Castillo por la historia de la emblemática banda bogotana.
Viernes, 7 Agosto, 2020 - 02:09

Por: Juan Pablo Conto

- ¿Cómo vamos?

-¿Cómo nos va? Pues como un culo (risas) 

Así arrancó la conversación. Fernando Del Castillo, al otro lado del teléfono, iba a iniciar un recorrido por la discografía de 1280 Almas, una de las agrupaciones más importantes del rock nacional. Una banda presente, una y otra vez, dentro de las últimas tres décadas. “Porque no es solo ser clásico y vivir del pasado”, escribió el periodista Eduardo Rendón tras la presentación de la banda bogotana en el Concierto Radiónica en el Movistar Arena en 2019. 1280 Almas es pasado, presente y futuro. Cronistas desde la Capital, narradores que, con un punto de vista y un sonido definido, han cantado y han hecho una declaración de principios.

“Nosotros no tenemos la presión de cuándo y en qué momento hacemos las cosas. Las hacemos cuando nos sale y cuando nos da la gana”,  dice el vocalista de la banda durante esta entrevista. Y así es como, canción a canción, disco a disco, han irrumpido en el momento preciso para hacer eco al sentir de muchos. 

La historia arranca cuando los computadores no hacían lo que debían hacer. Antes del ya nostálgico sonido de los modems que con esfuerzo se conectaban a internet para descargar una imagen o una canción. Cuando aún la calle era el impedimento y la oportunidad única de comunicar y manifestar las inquietudes de la juventud. De una juventud hija de una urbe como Bogotá, hija del desplazamiento y del desarraigo, desde donde surgió la necesidad de responder al presente. “No es que fuéramos tan conscientes, creo que nadie lo era”, dice Fernando Del Castillo. Pero desde la intuición dejaron de intentar un inglés chabacano e inventado al corear las canciones que sonaban en Radio Fantasía, para cantar en español. Y una vez más le inyectaron gasolina a un rock nacional al que se le desdibujaban sus huellas. 

Con Fernando Del Castillo, iniciamos un recorrido por la historia de 1280 almas. Una canción por disco en su voz. Una elegida para contar su trasegar, que también es el nuestro. 


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Háblame de horror 

1993

La Pestilencia, que cuatro años atrás había publicado el legendario “La Muerte... Un compromiso de todos”, lanzaba “Las Nuevas Aventuras de…”. Hora local había sacado en 1991 su primer LP “Orden público”, que se difuminaría en el tiempo. 1993,  Aterciopelados rugía con su primer disco “Con el Corazón en la Mano”.  Mientras un pedazo de la juventud quería escapar del país, se gestaba uno de los momentos musicales más creativos de la capital. 

El momento era difícil. Se cumplían tres años del gobierno de César Gaviria, que había ganado tras una contienda electoral manchada por la violencia, que llevó a la tumba a tres candidatos presidenciales: Luis Carlos Galán Sarmiento, Carlos Pizarro Leongómez y Bernardo Jaramillo Ossa. Los Pepes, acrónimo de Perseguidos por Pablo Escobar, financiados por el Cartel de Cali, tenían una guerra a muerte con el capo paisa. En diciembre de ese año,  Escobar moriría abatido. En Bogotá, Comanche hablaba por los habitantes de calle frente al Concejo de Bogotá para enfrentar la ola de asesinatos contra esta población. 

Colombia derrotó a Argentina 5-0 en el Estadio Monumental de Buenos Aires.

No me digas más cosas tiernas
No me hables más de amor
No me digas cosas tiernas
Háblame de horror.
Háblame de horror.

1993. 

1280 Almas saca su primer disco. “Háblame de Horror”. Todo el proceso creativo, que vio la luz en casete, fue hecho por la banda. El internet del momento: el voz a voz, las casetas en la 19 en el centro de Bogotá y los bares, empezaron a hacer eco de su nacimiento. Uno que dio paso a uno de los mejores trabajos independientes que se han realizado en la historia del rock colombiano y que se convirtió en símbolo de la escena underground.
 

Muchos se querían ir, pero había quienes simplemente no podíamos pensar en eso. Había personas que tenían acceso a viajar y alimentar el ansia de conocimiento de muchos jóvenes en ese momento. Ahí estaban los integrantes germinales de Aterciopelados. Héctor ya tenía una visión más global de la música por La Pestilencia, hacía parte de los herederos de esos combos que compartían la música de formas que no eran tan legales. Había una sensación de que algo que no se había hecho, que las generaciones previas nos habían quedado debiendo con respecto a la música, aunque tampoco es que tuvieran mucho acceso. Era una fusión entre músicos que sí eran músicos y sabían tocar, que venían de un poco antes, y una generación que no era tan de músicos sino llevados por las ganas. Nosotros pertenecemos a ese momento, a ese instante, que eran más las ganas que otra cosa. 

“Háblame de horror” no existiría sin “Soledad criminal”. Haber logrado tocarla, a pesar de que es sencilla, nos clarificó qué era lo que estábamos buscando. Fue la forma de llegar a una expresión de lo que uno estaba sintiendo y viviendo en esos momentos. Había una manera de conectarse con otras personas con algo tan simple como el rock. Esa manera de conectarse a través del ritual. Encontrarnos y compartir en un concierto en el que hay un intercambio de energía misterioso y mágico. 

Se ha hablado de “Soledad Criminal” en otros contextos y se ha dicho que es una canción muy específica de la vida bogotana. Nosotros nunca hemos pensado y hecho la reflexión en ese sentido. Para mí es más una cuestión germinal a partir de la cual se pudo avanzar en otros experimentos. No fue nuestra primera canción,  “Háblame del horror” es más vieja, pero “Soledad Criminal”  fue en la primera que pensé ‘Esto suena como una banda de rock’. 

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Aquí vamos otra vez

1994

Los sonidos del segundo álbum se confunden con las voces frustradas de la eliminación de la Selección Colombia en el Mundial de Estados Unidos. “Aquí vamos otra vez” es la segunda producción de 1280 Almas. Es el primer álbum del grupo prensado por el sello discográfico internacional BMG. Tras el lanzamiento del disco, la banda bogotana tocó junto a Mano Negra cuando esta finalizaba la legendaria gira el "Expreso del hielo y fuego".  Punk y matices tropicales brotaron en el sonido de las Almas. 

Mientras tanto, Ernesto Samper gana la presidencia de Colombia y es asesinado el jugador de la selección Colombia Andrés Escobar por sicarios en una discoteca en la zona rosa de la ciudad de Medellín. Las Almas regraban el cover de “Sabre Olvidar”

Sabre olvidar
Que yo sabre olvidar
Sabre olvidar
Que yo sabre olvidar

“Flores en las cortinas”. Nosotros no nos sentíamos rockeros, no podíamos comernos ese cuento, quizás por bandas como Pixies o Fugazzi que uno los veía con sus camisetas bien raídas, sin el pelo pintado. No tenían esa pose de rockstars. De todas maneras era una visión ingenua de nuestra parte, porque hoy día entiendo cuál era el rollo de David Bowie que se maquillaba hasta lo que no se le veía. Lo entiendo y es de los músicos que más admiro. Sin embargo, con lo que pasaba en la escena bogotana y en la escena de Medellín, pese a que estábamos en la misma jugada, a nosotros no nos preocupaba parecer rockeros. Teníamos una postura al respecto. 

Ya no se piensa tanto cuando alguien va a crear un grupo (risas), pero nosotros creíamos en las cosas que hacíamos. Nos hacíamos un bully muy fuerte, no le perdonábamos nada a los propios miembros de la banda. Éramos despiadados. Entonces la única manera de neutralizar nuestras propias burlas era también siendo neutrales en nuestra manera de actuar e incluso de cómo hacer la música. 

Eso nos empezó a alejar del resto de las bandas. Muchas personas decían que era porque éramos unos picados, pero a nosotros nos parecía todo lo contrario, que los creídos y los picados eran otros.  Esa parafernalia de estar más pendiente del espejo que del público y la música.  Así nos sentíamos frente a ese incipiente, no lo llamaría movimiento, temblorsillo (risas). Hacer cada canción era como hacer un manifiesto. Y “Flores en las cortinas” es un manifiesto de lo que es pararse frente a la gente y hacer música. 

Lo importante es ser consecuente con uno mismo. Y eso para bien o para mal queda plasmado en las letras, porque ningún grupo lo puede evadir. Uno hace una canción y eso es una declaración que queda para siempre… Bueno no para siempre, no creo que superemos el tiempo de los dinosaurios. 

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La 22

1996.

El fenómeno paramilitar se está consolidando en el país. En la ciudad se ignoran masacres y fosas comunes. La violencia ocurre en “El Platanal”. 

En la fosa no se sabe
Si esas son o no tus manos
Amasijo de un cadáver
Tal vez un mundo cristiano
O te suben nombre militar
Cuando ya eres un despojo.

La Almas dan vida a su tercer álbum, el segundo bajo el sello BMG y su primer disco lanzado a nivel internacional. El sonido crudo y directo de los primeros dos, se complementa con una interpretación bogotana de la percusión latina. Es el último álbum en el que participa Pablo Kalmanovitz. Con su presentación en Rock al Parque, empezó ese tiraje de shows en el festival capitalino que, tras ocho toques, los llevó a pedir no ser invitados una vez más. Viajaron por algunas ciudades del país, presentando el que sería uno de los álbumes más importantes de su carrera. 

Qué Sabes Tú
Qué Sabes Tú
De Libertad

Ese disco era como una especie de monografía. Todas las canciones son el mismo discurso. Tendría entonces que hablar del disco y no de las canciones. Para mí son todas una secuencia que hace un comentario sobre el momento que vivíamos: Colombia, el conflicto armado, la vida de las personas. En gran parte es sobre la ignorancia de la gente de la ciudad de lo que verdaderamente sucedía con la guerra en el campo. Estábamos hablándole a la urbe, donde se prefería estar enceguecido, porque las clases en el poder es lo que han buscado: invisibilizar el horror de su quehacer, de su forma de manejar el país, que es un país de corte agrario. El poder está básicamente en la tierra y las ciudades son como unas burbujas donde se manipula una opinión pública teóricamente más educada. De eso empezamos a hablar. 

Qué Sabes Tú
Qué Sabes Tú
De humanidad

Por eso “La 22” tiene una revisión de cierto registro fotográfico que retrata el conflicto desde que la violencia arrancó en este país. Hablamos de la violencia como una forma de vida del colombiano. Una que nos acostumbró a vivir nuestras vidas normalizándola, quizá desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, aunque la violencia en el país viene desde antes, desde antes de ser Colombia. 

Qué Sabes Tú
Qué Sabes Tú
Qué Sabes Tú
Del corazón

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Changoman

1998 

Andrés Pastrana es elegido presidente y la Selección Colombia fracasa en otro Mundial. Es necesario reencontrarse con la animalidad o encontrar nuevos santos. “Changoman” es el cuarto álbum de 1280 Almas y el último prensado por el sello discográfico internacional BMG. La ruptura con este sello  fue un grito de independencia. El nombre del álbum es una alusión directa a Changó, que en la santería cubana representa el poder del trueno y también de la fiesta, la parranda y la virilidad. 

Hay que estar en el baile que para algo va tocando la orquesta
Que la vida es bailable como una fiesta, como una fiesta

En esta entrega Las Almas integran sonidos nuevos, con una especial influencia de bandas de post-hardcore norteamericanas como Fugazzi o Minor Threat -a quienes les hacen guiños en el disco-. De su sencillo “Pasado Animal” surge el que sería el primer vídeo colombiano completamente realizado en animación.
 

Ese disco también es un disco monográfico. Hay cierta recurrencia. Siempre nos pasa eso, tal vez es porque no tenemos muchas ideas (risas), entonces nos pegamos a un tema y le sacamos lo que más se puede. En ese caso había una referencia a la santería, pero había una razón por la cual eso se hacía: estábamos en un plan de reivindicación de lo animal. La santería tiene algo interesante y es que es una religión que está al lado del ser humano, dentro de su cotidianidad. No es un Dios que está alejado viendo como todas las desgracias suceden y uno se jode. Son dioses prácticos que sirven para cosas del día a día. Presentan pulsiones primordiales y en ese sentido era que para nosotros reivindicaba el reconocernos como animales,  renegar de la civilización. Era, en cierta medida, el despertar ecológico y la consciencia alrededor del planeta. Pero también sobre el maltrato a lo básico, que es algo que caracteriza a occidente. Los seres humanos siguen siendo seres humanos que comen, que cagan, que follan. 

Eso para nosotros tenía que ver con una posición de resistencia y de fuerza, de la fuerza del vencido, que siempre está por debajo, sometido, sin opción a sobrevivir a través de su animalidad. Es decir, al pueblo. Es a lo que reducen los gobernantes y el poder hegemónico a las grandes masas diciéndole qué es lo que no se debe hacer. Existen manuales de urbanidad a los que uno debería remitirse cuando uno es un buen esclavo. 

La canción que más habla en ese sentido esChangoman”, que le da el nombre al disco. Ahí se revuelve todo: la referencia a la santería, la exaltación de lo orgánico y de las pasiones reales y desenfrenadas de los seres vivientes. Además, hay una especie de juego de palabras que hace que hablemos al tiempo de changó y del chango , de lo que venimos siendo, simios y primates. 

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Sangre Rebelde 

2004

Uribe es presidente. Ya no vamos a los mundiales y algún otro país es Colombia en el Mundial. “Sangre Rebelde” es el quinto álbum publicado tras seis años de su último larga duración, esta vez de forma independiente después de su retiro de la casa discográfica BMG. Los elementos de su estética retornan luego de su periodo de silencio. El país, por su parte, en silencio, también empieza a reconocer en la coyuntura la instalación de fantasmas de un pasado que no desapareció. 

No hay promesa de una tierra esperándome
No hay promesa de un lugar que sea para mí

El disco fue lanzado en el mes de diciembre de 2004 en el entonces Teatro Dowtown Majestic de Bogotá; para la grabación de este álbum se contó con la participación de Túpac Mantilla como baterista.

En este disco hay una canción que no es muy popular,  pero que habla de lo que estaba pasando en esos momentos y de lo que uno estaba empezando a percibir: “Delincuentes”.  Cosas que empiezan a aflorar desde la oscuridad.  Así es que funcionan las cosas en Colombia. Ahí se empieza a aclarar lo que hoy es evidente. Los gobiernos colombianos y las clases hegemónicas nunca fueron gente chévere, ni decentes, ni buenas personas, ni preocupadas por las mayorías. Todo lo contrario: cochinos, depredadores y clasistas, y habían normalizado una maldad institucional, que hizo que las cosas se fueran por donde se fueron. 

Pero lo que se estaba aclarando era que una especie de mal mayor, más oscuro, más sanguinario y más sucio había cooptado al país y se había convertido en la clase gobernante: el narcotráfico. Veníamos de una época de bombas, pero finalmente cuando el narcotráfico vio por dónde era la movida, e hizo el inteligente cambio de estrategia que hizo, nos convertimos en el narco Estado que somos ahora. El país se convirtió en un rehén de una clase política que tiene hundidas sus raíces y sus venas y su arterias en el poder de este negocio. 

Parecía que era una situación marginal y para la mayoría de nosotros no era claro que era algo que ya había sucedido y que el narcotráfico era el poder subyacente en todo el trasegar político colombiano. Entonces, “Delincuentes” me parece una canción que habla de esa penetración casi que filogenética, que se volvió como parte del ser colombiano. 

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Pueblo Alimaña 

2012

Uribe ya no es presidente. Santos está acercándose a unas negociaciones con las FARC. Faltan dos años para ver a Colombia otra vez en un mundial. Pueblo Alimaña es el sexto álbum de 1280 Almas. Fue lanzado oficialmente el 29 de septiembre de 2012, ​ producido en su sello independiente La Coneja Ciega y  la carátula del disco muestra a los próceres de la Independencia, entre grafitis y degradación. 

Poco le queda a los hombres cercano a la libertad ay, ay, ay, ay
Yo cuento con tu sonrisa que es sincera de verdad..., ay, ay

Después de seis años la banda regresa al ruedo. La promoción comenzó con la descarga gratuita de la canción "Surfiando en sangre", con la cual el grupo incursionó en la interpretación del surf rock.  Pero no era el formato digital el que los traía al presente y los hacía mirar al futuro. Era la premonición de sus letras y ritmos. Un deseo de justicia. 

La canción más importante de ahí es “Surfeando sangre”. “Tu Sonrisa” podría ser valiosa porque fue la más seguida por la gente, pero “Surfeando en sangre” es como un ejercicio de oráculo. Es una canción que ahora tiene un nuevo aire porque estábamos hablando con el deseo. Realmente uno nunca podía pensar que de lo que habla esta canción narrara hacia donde ha derivado el ahora: un personaje que hoy en día es el principal generador de noticias en este país. Estamos hablando de la mayor desgracia que le pudo pasar a Colombia. Se veía venir, era la cristalización de un líder político con ese plan, que no sé en qué mente surgió, de convertir a Colombia en un narco Estado. De convertirnos en un narcopatriarcado. Para nosotros era clarísimo, dolorosísimo y teníamos que hablar al respecto. Me hace sentir un poco como guionista de los Simpson (risas), que siempre hace una caricatura donde pasa lo que pasa en la realidad. 

De actualidad tan pertinente
Y vas depredando más y más
Y esperas que nadie mire atrás
Esperas que te dejen en paz
Y complaciente la historia te pase a ras

Pero te espera un chasco
¡Te están siguiendo el rastro!

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Domestiko

2016.

La firma del Acuerdo de Paz se materializa. Colombia había tenido una presentación decente en el Mundial de 2014, pero un gol anulado evitó una mejor clasificación. Luego de la firma del Acuerdo, el No gana en el plebiscito. “Domestiko” es el séptimo álbum y se adentra en una madurez que pone de presente la inminente vejez. Es el último álbum de su guitarrista y la nostalgia es impresa en acetato. 

La vida gris de los viejos
De nada les interesa
No, no, no
Ay no, no, no

En una obra introspectiva Las Almas se enfocan en su vivir, una especie de psicoanálisis. La música ya no es solo un medio para analizar el afuera sino para comprenderlo al analizar el adentro. 

En esos momentos estábamos en un ejercicio más introspectivo. Hasta cierto punto lo que teníamos que decir frente al país y a lo que estábamos viviendo ya lo habíamos dicho.  Estábamos en ese horrible letargo donde no pasaba nada más. Ya nos habíamos convertido en ese narcopatriarcado, viviendo en su hegemonía, que se ha sostenido mucho tiempo y, si se ha ido despintando, ha sido solo. Yo no creo que seamos un pueblo resistente sino abnegado, tenemos una deficiencia o yo qué sé. Permitimos este permanete abuso y esa permanente violación: en el sentido sexual y en el sentido del abuso de poder. Tenemos inculcado el alma de esclavo, como si no supiéramos vivir de otra manera. Nos dieron lo que queríamos: un mesías, algo en que creer al estilo del Dios vengativo judeocristiano, igual de psicópata y todopoderoso. 

En un momento dado, lo que tocaba hacer era una reflexión de nuestra propia psique. Y yo creo que fue lo que se desencadenó en ese ciclo, que además era una coyuntura particular, porque pasaban cosas dentro del grupo. Uno de nuestros integrantes más tradicionales, El Mono, ya no iba a estar con nosotros. Era un trauma grande, no porque hubiéramos quedado peleando ni nada, nos adoramos. Pero la propia vida y el propio hecho de trasegar a la realidad genera reflexiones muy personales. 

No nos íbamos a desdecir ni a retraer, pero en ese preciso momento estábamos viviendo una especie de tiempo congelado en donde ya era natural el abuso, y la muerte y el desprecio por la vida y por el propio pensamiento. Ahí estaba el momento para hacer reflexiones más interiores. 

Le tengo especial cariño a “El terror al amanecer”. Habla de los propios miedos nocturnos, precisamente, como decía un cuadro de Goya, “El sueño de la razón produce monstruos”


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Marteko Uriak

Colombia se habla a gritos. Las Almas viaja al País Vasco, un territorio que hizo del punk, del rock, del heavy metal, del ska o del reggae su propio palpitar.

Salvaje y vagabundo
No soy domesticable
No soy recuperable
Salvaje!
Salvaje y vagabundo

Francisco Nieto, fundador de la Pestilencia, entra como guitarrista a la banda. El diálogo de una generación que se mira y se reencuentra. 

Precisamente creo que esto es la continuación de un proceso que había empezado en el disco anterior. “Domestiko” estaba destinado a mostrarse en Europa, porque fue el momento que empezamos a ser reconocidillos por allá. Eso fue lo que nos trajo las conexiones que nos permitió grabar en País Vasco. Hubo varios lugares, estuvo Berlín, Barcelona, pero fue allá donde encontramos una suerte de equilibrio entre el acervo rockero y la parte económica.

Pacho Nieto, guitarrista fundador de La Pestilencia, entró a la banda. Traía su propio bagaje. El disco trataba de encontrar un lugar común entre nosotros y él. Sabemos la importancia que tiene en el rock colombiano. Nos estábamos enfrentando por primera vez en toda la carrera a componer con un nuevo guitarrista. Podía salir muy mal, pero nos encajó perfecto. 

El disco duramos haciéndolo un año a pesar de que lo compusimos muy rápido. Tenemos la idea de sacarlo en acetato, miramos que cada canción fuera compacta y no redundara en elementos que no aportaban. Eso fue lo que tomó mucho trabajo. Sabíamos que necesitábamos tener la experiencia de grabar fuera de Colombia, queríamos saber el límite profesional de nuestro sonido. Fue una experiencia importante que revitalizó a la banda. A mala hora nos llegó este momento de pandemia porque la idea es repetirla, no necesariamente en el País Vasco.

¿Canción? Hay varias realmente. Como es el último uno no está mamado de oír esas canciones como pasa con otros. A mí me gusta “El viejo”. Otra que falta que la gente conozca mejor, porque tienen cosas que contar, es  “La canción de la Cuna Macabra”

“El viejo” habla con mucha claridad del momento que vivimos como grupo y como seres humanos. La canción de la Cuna Macabra” habla sobre los terrores y los monstruos pero vistos desde una óptica infantil. Es como retornar a lo que la inocencia, en su expresión mayor. Se puede percibir de lo que esta realidad nos está haciendo y lo que le está haciendo al mundo.