"Love My Robot", el proyecto musical de Carolina Castilla
Carolina Castilla siempre se ha presentado como una de las mujeres más importantes de la industria y manejo de diversos artistas del país. Sus inicios se dieron durante sus estudios universitarios, donde mostró un profundo interés por diferentes ramas que se desprenden de la música, sobre todo en la parte de creación y organización de eventos afterparty.
Su capacidad por entender el mundo de la música, la terminó llevando a la labor del tour manager de diferentes músicos colombianos, como también estadounidenses. De igual manera, esta labor la hizo crear un software especial en colaboración con Silicon Valley. Un programa con la labor de ayudar a los artistas que deciden irse de gira.
La llegada de la pandemia fue un golpe muy duro para ella, ya que representó un montón de problemas para su vida, como pérdidas laborales, familiares y personales. Con un montón de cosas encima, Carolina tomó la decisión de trabajar en la producción de música. Obtuvo algunas herramientas y creó un disco de 14 canciones, las cuales profundizan en la inteligencia artificial, así como también en la relación con la humanidad.
Con el lanzamiento de su primer sencillo, “Automated Movements” junto a la voz de Obie P, tuvimos la oportunidad de hablar con Carolina, aka Love My Robot.
¿Por qué de todas las cosas que podrías hacer en tiempo de cuarentena, tomaste la decisión de crear música?
Porque me acordé que disfrutaba mucho el crear música. Recordaba que hacía muy buenas canciones en otras épocas. Además de ello, durante los últimos años, estuve practicando como DJ en mi casa y en algunas presentaciones que se me dieron. Por esas razones, pensé que ya era hora de fabricar algo propio.
¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de crear música? ¿Tuviste en cuenta algún género o artista en específico?
En concepto general, me gusta mucho Gorillaz, ya que ellos trabajan con diferentes colaboradores y tienen su propio discurso. Por esa razón, este álbum tiene una gran cantidad de personas cantando, hombres y mujeres que hablan diversas historias, cosas relacionadas al amor entre un robot y un humano, entre otras tantas que queríamos contar alrededor de la inteligencia artificial.
Otra gran referencia es el techno europeo y el gusto tan grande que le tengo a la fusión del world music con la electrónica. Grupos como Systema Solar, Bomba Estéreo, Mitú, Ghetto Kumbé son los que más disfruto. Mi álbum tiene algunas cosas de cumbia, de percusiones y voces africanas. Hay de todo un poco, pero al final siento que es un disco totalmente dedicado a la electrónica.
Me gusta mucho el estilo que manejas para este primer sencillo, una onda que arranca por una vibra electrónica un poco oscura, la cual se desencadena en un dancehall muy sabroso, sobre todo por la presencia de Obie P en el track. ¿Cómo fue ese encuentro con él?
Yo conocí a Obie P en un mercado insular de las músicas en San Andrés. Yo lo vi allá, después de haberme tomado un par de piñas coladas y quedé asombrada con su canto. Empezamos a hacer una relación de amigos, hasta que lo vi grabando con otros artistas de Bogotá, amigos míos. Luego de ello, tomé la decisión de traerlo a San Francisco para mi matrimonio. Hicimos un match y siempre noté su talento. Por eso es que lo invité a colaborar en tres o cuatro temas de este álbum.
Me llama mucho la atención este tema de los NFTs, ya que es una tecnología que está creciendo en el mundo de la música, sobre todo en los últimos meses, ¿por qué tomaste la decisión de implementarlo en tu disco debut?
Porque mi esposo es un arquitecto de blockchain y tenemos una empresa de eso, pero con café. Yo sabía cómo funcionaba esta herramienta y el uso de los NFTs está en furor. Me parecía muy chévere el hacer una galería de ellos y una posterior plataforma para otros artistas que estén en Love My Robot. Hay gente que quiere comprarlos y tener su colección personal en la casa, por eso vimos una alternativa de dar a conocer nuestro proyecto con esa herramienta. Es algo más que agregamos a nuestro trabajo.
Vamos a tener animaciones 2D y 3D, discursos, voces, sonidos y un montón de cosas que pasaron detrás de la grabación del disco. Vamos a tener de todo.
Regresemos un momento a la producción del álbum en cuarentena, ¿cómo lo viviste, qué tal estuvo esa experiencia de grabar todo en casa?
En California la cosa es un poco más suave, sin embargo, yo vivo en la montaña y no hay mucha civilización. Hice todo en las máquinas y con los instrumentos que tenía a la mano. Luego llamé a Samuel Lizarralde de MOÜGLI, para que me ayudara con producción y armonías. Yo le mandaba las pistas e intercambiamos ideas. Trabajamos desde marzo hasta la actualidad, terminando cada una de las canciones.
Fue muy raro fabricar un álbum, ya que no había comprado los instrumentos para eso, sino para improvisar. Casi que compuse el disco como un show en vivo y los comentarios de la gente me hicieron ver una nueva visión para ese proyecto. Llamé a Samuel y trabajamos juntos. Luego se lo mandamos a Joel Hamilton para mezcla en New York y tiempo después a Adam Ayan para master en Portland.
Hablemos un poco del arte y sobre todo de la mascota de Love My Robot, ¿cómo nació?
Yo quería hablar sobre inteligencia artificial y lo que veo sobre ello. Ella está ahí todo el tiempo. Por esa razón, la representé como un ojo que te está observando siempre y en 360 grados. Este señor Eco (Electronic Component Online) Versión 3, es la representación de que todo está vigilado.
Por otro lado, yo siempre he trabajado con Fat Sugar Daddy y él ha realizado mucho del arte de todo mi proyecto. Le pasé los nombres de las canciones y las referencias de diseño y le hice un mapa de lo que quería. Luego llegaron otros diseñadores que terminaron haciendo exactamente lo mismo, pero en otras perspectivas.
¿Qué más me puedes contar del futuro de Love My Robot?
Estamos trabajando con una escuela virtual y de robótica, un colegio para niños internacional, en donde estamos haciendo un concurso de robótica. Les damos los circuitos y ellos hacen el robot. La idea es inculcar a esos 40 niños en Chile, Ecuador, Brasil y Colombia, esa ética a la hora de programar los robots, queremos generar conciencia. El problema de la inteligencia artificial es que es programada por un humano. No tiene poder de decisión, pero si aprende de todo lo que hace la humanidad. Nosotros tenemos muchos errores y por eso se presentan varios problemas de inteligencia artificial.
¿Por qué preferiste vender este proyecto con el personaje de Eco y no con tu imagen?
Me pareció mucho más interesante que yo ponerme en primera plana. Antes de ser artista, soy estratega de tecnología y música. Soy experta en ello y quería sacar un proyecto en el cual pudiera poner en práctica todo lo que sé sobre ello. He estado en el negocio de la música en un montón de ramas, pero nunca me había puesto en los pies del artista, viendo cómo sufre la vida diaria. Con este proyecto le estamos ayudando a conocer todo su trabajo y respectiva navegación de la meta data, así como también de las regalías.