Una novela, pero quizás no, de Andrés Delgado

La Fiesta del libro de Medellín es uno de los mejores escenarios para presentar nuevas obras. Acá les recomendamos una de ellas.
Miércoles, 29 Septiembre, 2021 - 10:22

Por: Diego Londoño

Andrés Delgado es un Ingeniero que ha dedicado su vida a escribir y a darnos cantaletas literarias. Sabe de libros y no solo eso, los lee y los escribe.  Escribió la novela Sabotaje (Editorial Planeta) y la colección de crónicas Noches de estriptís (Intermedio Editores). Es Magíster en Escrituras Creativas y además es parte del Comité editorial del periódico Universo Centro. Él sabe muy bien de qué nos habla y sabe también llevarnos a buen puerto con sus historias. Y justamente en el marco de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, presentó  El vértigo del viaje. Buscando a Zafón, una novela, pero tal vez no.

Su trama funciona como una novela, aunque tal vez no, pero se convierte en un recorrido turístico, literario, gastronómico y obsesivo importante tras las huellas de uno de los escritores iberoamericanos más leídos y renombrados en una ciudad nombrada por Serrat y cantada por Love of Lesbian.

En el cuento Continuidad de los parques, el protagonista del relato se sienta en un sofá de una cabaña, en medio de un bosque, para leer una novela que tiene comenzada desde hace días. Leyendo, queda atrapado en las líneas de la ficción. Y no vamos a caer en el spoiler, pero podemos decir que este señor se vuelve otro, un doble, un espejismo. Deja de ser un lector para convertirse en un personaje. Continuidad de los parques, un relato de Julio Cortázar, recrea no solo el tema del “doble”, tantas veces tratado en literatura, sino también la frontera engañosa entre lo que es cierto y lo que es imaginado, ese límite entre lo que se vive y lo que se relata, esa relación entre la vida y el lenguaje que Borges tantas veces nombró.

El vértigo del viaje se inscribe en esa tradición literaria que recrea la frontera entre la realidad y la ficción. En efecto, el narrador va y viene entre la crónica y la invención, entre el periodismo y la fantasía, entre el diario de viaje, la novela negra, el ensayo, la crítica literaria y los inventarios de escritores ficticios. El lector constantemente se está preguntando “¿esto es cierto o me lo estoy inventando?".

El narrador va y viene, entre lo que vive y lo que imagina, sin que el lector tenga la plena seguridad del plano en el que se sitúa el relato. En definitiva, la novela El vértigo del viaje recrea el fracaso del lenguaje por nombrar la realidad, burlándose de esa obsesión por la objetividad y la imparcialidad, cuando lo único que siempre nombramos son ficciones.

¿Quieren leer El vértigo del viaje. Buscando a Zafón. -Una novela, pero quizas no?

Acá pueden hacerlo.