Imágenes de: Lina Gasca

Una novela gráfica sobre los efectos del glifosato en la salud reproductiva

Los abortos y otras violencias reproductivas por los efectos del glifosato son expuestos en este trabajo que da cuenta de la historia de Yaneth Valderrama, una campesina que en 1998 murió, tras una aspersión con glifosato.
Martes, 13 Septiembre, 2022 - 09:55

Por: Radiónica

Yaneth Valderrama tenía 27 años y estaba feliz con su tercer embarazo, pero una aspersión con glifosato le puso fin a sus sueños y deterioró tanto su salud que terminó costándole la vida. Hoy, cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estudia su caso para determinar la responsabilidad del Estado colombiano, una nueva novela gráfica cuenta su historia para visibilizarla y crear conciencia frente los daños que las fumigaciones aéreas causaron en la salud del campesinado colombiano.
 
La historia ocurrió en el municipio de Solita, Caquetá el 28 de septiembre de 1998 cuando llovieron 399 galones de ese químico color ámbar con olor a pescado seco, lanzados desde tres avionetas y helicópteros de la Policía. Yaneth que lavaba la ropa en un riachuelo cerca de su casa, intentó correr pero no tuvo tiempo y quedó “bañada” en este químico, que a las pocas horas, esa misma noche, empezó a hacerla sentir mal.
 
Su esposo Iván Medina la llevó hasta el centro médico más cercano, a cuatro horas de camino por carretera destapada, pero Yaneth sufrió un aborto, fue sometida a un legrado y su salud empezó a deteriorarse cada vez más.
 
Seis meses más tarde fue internada en un hospital de Cali, a más de 400 kilómetros de su casa, donde finalmente murió por una falla multisistémica: ya no podía moverse, tenía dificultades para respirar y su piel estaba cubierta de úlceras. Desde entonces Iván y sus dos hijas han pedido justicia ante jueces, fiscales y procuradores, pero hasta ahora no la han obtenido.
 
Catalina Martínez Coral, directora del Centro de Derechos Reproductivos para América Latina y el Caribe, aseguró que al visibilizar este caso, el primero en llegar a la CIDH por vulneraciones a derechos reproductivos y a la vida, entre otros, se busca aportar a la construcción de paz y a que más gente entienda las dimensiones reales del problema de la fumigación aérea.
 


“Con la aspersión de glifosato, el Estado vulneró la maternidad deseada, la salud y la vida de Yaneth. Colombia tiene que saberlo, para que la historia no se repita. Casos como este demuestran que la guerra contra las drogas ha tenido efectos lamentables para personas que históricamente han vivido en condiciones vulnerables”, dijo.
 
La novela, llamada Una lucha por la vida, fue pensada de manera pedagógica, con la intención de que niños, niñas y adolescentes puedan entender mejor algunos de los impactos que el conflicto armado tuvo en la salud de las personas y en específico, en la salud reproductiva.
 
Este libro es el resultado de la unión de esfuerzos de las dos organizaciones que litigan el caso ante la CIDH: el Centro de Derechos Reproductivos, una organización global con más de 20 años de experiencia y Conde Abogados, una firma de abogados con sede en Caquetá. Además de Click Clack, un laboratorio de aprendizaje y del Teatro Petra, en Bogotá. Las ilustraciones estuvieron a cargo de la artista Liliana Bello.
 
La novela fue presentada este martes 13 de septiembre en el Teatro Petra, con una lectura dramática en la que participaron el actor Jacques Toukhmanian y la actriz Estefanía Piñeres.


 
Toukhmanian es reconocido por su participación en producciones como Enfermeras, Las Villamizar, Tarde lo conocí, En los tacones de Eva, A corazón abierto, Amor sincero y La Pola y hace parte del elenco de la obra Labio de Liebre. Piñeres, entre tanto, ha hecho parte de producciones como las Villamizar, El cartel de los sapos, Distrito Salvaje, La ley del Corazón, Chica Vampiro y A Mano Limpia.
 
Una lucha por la vida, la novela que cuenta la historia de Yaneth y explica los efectos del glifosato, está disponible para descarga gratuita en la página web www.unaluchaporlavida.com. En redes sociales también se abrió la conversación alrededor del caso con la etiqueta #GlifosatoEsViolencia.