Foto por FECNA

Estefanía Álvarez: una nadadora olímpica con carácter

Estefanía y Mónica Arango participaron en Natación Artística por duetos, un deporte de alta precisión y estética. La medalla se escapó.
Jueves, 1 Agosto, 2019 - 12:53

Por: Juan Pablo Coronado Alvarado

Así como la victoria le sonríe a muchos deportistas que compiten en los Panamericanos, la frustración también hace de las suyas con los atletas. Estefanía Álvarez, al igual que Mónica, venían con el fin de ocupar un buen lugar, superar a su rival directo -Brasil- y en una prueba que conocían bastante bien (juntas lograron participar en los Olímpicos de Río 2016)

La natación artística es una disciplina que cautiva por su sincronismo, pero pone también a prueba el carácter de quienes la practican. Tan pronto terminan su rutina, ellas deben salir de la piscina y esperar la calificación del jurado, ante los ojos de todo el mundo, y aceptar la puntuación otorgada.

La pareja colombiana no pasó del quinto lugar. Tristeza. “Todas las cosas se nos daban para poder ganar, pero los jueces no nos dieron nuestro lugar. A nuestro rival, Brasil (que terminó cuarta), veníamos de ganarles muy por encima en juegos suramericanos. Venimos a un campeonato de estos, con jueces nuevos, que no saben el lugar que hemos tenido en Suramérica” afirmó Estefanía.

También hay espacio para la autocrítica: “Nos falta viajar más a todas las series mundiales; si los jueces no nos conocen desde afuera, va a ser muy difícil que nos coloquen por encima de un país con tanta política (Brasil)...Esperamos viajar desde Febrero del próximo año, a todas estas series”

Pese a todo, Estefanía lo toma con calma, la experiencia pesa, y si pudiera darse un consejo a sí misma cuando pequeña sería uno sólo: “me estresaba mucho con la calificación de los jueces. Es un deporte de apreciación; hay que gozársela, ser feliz con lo que hay”.

Y no es poco lo que han hecho. Son la primera pareja colombiana en la historia que ha participado en unos Juegos Olímpicos haciendo nado sincronizado, usando además el Mapalé como género musical para su rutina; porque de las cosas buenas que le ha dejado este deporte, es el dar a conocer las tradiciones sonoras de Colombia. Cosas que tienen un valor adicional a la hora de representar al país en un deporte de estas características.