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Aparatos electrónicos biodegradables hechos con hongos

Un grupo de científicos logró desarrollar estos aparatos a los cuales les denominaron como MycelioTronics. 
Miércoles, 23 Noviembre, 2022 - 03:45

Por: Radiónica

Cuando se habla sobre el cambio climático se debe tener en cuenta que la basura electrónica es uno de los grandes contaminantes, también conocida como e-waste afecta tanto al medio ambiente como a la tecnología. Por esta razón un grupo de investigadores de la Universidad Johannes Kepler de Linz con sede en Austria, realizó un estudio en el que la piel procesada de los hongos podría utilizarse para construir aparatos electrónicos biodegradables. 

Los aparatos fueron nombrados MycelioTronics debido al componente del hongo que se utiliza en su construcción. Este marca un avance para poder sustituir materiales que no son biodegradables y por lo tanto difíciles de reciclar para que de este modo se puedan reducir los residuos electrónicos. 

La investigación fue publicada en la revista Science Advances y en ella se muestra cómo la piel del hongo se puede usar para reemplazar los polímeros plásticos al momento de realizar circuitos impresos. Aquellos sustratos fabricados con piel de micelio tienen la facilidad de degradarse cuando se exponen a la luz y a la humedad, así que se pueden separar los componentes reciclables. 

Según Martin Kaltenbrunner, científico investigador de la Universidad Johannes Kepler de Linz, “el sustrato en sí es la parte más difícil de reciclar. También es la parte más grande de la electrónica”, añadió que el descubrimiento se dio de forma accidental cuando estaban estudiando el Ganoderma licidum, un tipo de hongo que tiene piel brillante, al investigar más a fondo sobre esta se dieron cuenta que cuando se seca es flexible, duradero y soporta altas temperaturas.

La piel del hongo se probó poniendo un chip de ordenador sobre él, su rendimiento fue excepcional y podría funcionar en dispositivos electrónicos portátiles.

Este micelio tiene el potencial de poder acelerar la transición hacía el modelo actual de economía circular de “toma, hace, desecha”, ya que este material tiene una vida útil larga y cuando ya no se utilice más simplemente se puede enterrar en la tierra.