Foto tomada de IMDb

[Reseña] Bohemian Rhapsody

En la película que empezó a dirigir Bryan Singer y terminó Dexter Fletcher se destacan la recreación musical de Queen y la actuación de Rami Malek.
Martes, 30 Octubre, 2018 - 05:52

Por: María Alejandra Calderón García

Is this the real life?  Is this just fantasy? 

De la vida real de Freddie Mercury surgió una fantasía musical llamada Queen que a su vez, es tan real como la potente voz de Mercury. Estos dos elementos, que se volvieron uno solo, están plasmados con más luz que profundidad en Bohemian Rhapsody, que se completó en su titulo en español con "la historia de Freddie Mercury" (2018).

Luego de una década llena de tropiezos para realizar la biopic de Queen, que cambió varias veces sobre la idea de contar la historia de la vida de Mercury o contar la de la misma banda en la pantalla grande, terminó admitiendo que no es posible narrar la vida de la agrupación británica sin retratar los pasos de Freddie.

Ver la película por fin en los teatros genera de por sí una emoción, y a medida que se va proyectando la película hay dos claves que hacen que la cinta sea destacable y necesaria de ver: uno, ver cómo se crearon grandes himnos de la historia del rock y segundo, la notable actuación de Rami Malek.

Aunque imitar a Mercury es tan imposible como recrear su propia voz, el protagonista de Mr. Robot logró acercarse no solo a la singular fisionomía de Mercury sino además a dar fuertes luces sobre la personalidad y genialidad de uno de los mejores cantantes de la historia.

La cinta hace un somero recorrido por la transformación de Farrokh Bulsara a Freddie Mercury, su inquietante relación con su familia, su primer contacto con Brian May, Roger Taylor y John Deacon, su vida amorosa junto a Mary Austin y el empedrado camino hacia descubrir su homosexualidad. Hace un salto sin muchos detalles al éxito de la banda que podrían quedar como justos para un fin cinematográfico, pero que también podría dejar vacíos para los fanáticos de la banda. Sin embargo, hay que recordar que no estamos frente a una biografía documental que retrate exactamente la enmarañada vida de Freddie y los orígenes de Queen.

En cuanto actuación, las similitudes físicas de Gwilym Lee (sobre todo), Ben Hardy y Joseph Mazzello como Brian May, Roger Taylor y John Deacon hacen que entremos en la fantasía de ver a los mismos Queen en plena creación colectiva de los éxitos We will rock you, Love Of my Life, Radio Gaga, Another One Bites the Dust, obvio, teniendo como eje central a Bohemian Rhapsody. A pesar de ello como el mismo Freddie lo hizo en la banda, es Malek quien se roba la atención en la pantalla.

Bohemian Rhapsody, la historia de Freddie Mercury (2018), es una cinta entretenida que se disfruta en los 134 minutos de duración, como lo es la misma historia de la banda y su líder. La impresión que queda sobre Mercury, sobre todo, es la de un hombre con un ingenio y una pasión por la música enorme.  No obstante, los tropiezos en la producción, los cambios en la dirección se hacen evidentes.

Si bien escuchar la música de Queen en una sala de teatro es conmovedor, la recreación del emblemático Live Aid (1985), como final supremo de la cinta es vibrante, el vestuario y la dirección de arte son impecables, y la interiorización de Malek que hace creer que Mercury tiene una segunda vida, faltan una serie de detalles, creatividad en el guion y elementos que lleven a Bohemian Rhapsody a catalogarla como una de las biopics fundamentales en la música como The Doors (2001) Ray (2004) o Walk the Line (2005), sobre la vida de Johnny Cash, por nombrar algunas. Algo faltó para hacerle honor a su fantástica y real Majestad, Queen.