Radiolito Misión Sónica: El poder espacial de la música

Una recomendación especial desde RTVCPlay donde la música colombiana es protagonista.
Martes, 14 Abril, 2020 - 12:57

Por: Álvaro González Villamarín

Es indudable que la música para quienes habitamos en la Tierra es sublime, nos acompaña e inspira, eso está claro, pero que un extraterrestre se enamore de nuestros sonidos y con ellos quiera salvar su mundo es algo extraordinario. 

Ya habíamos tenido el honor de encontrarnos con Radiolito en La Clase Radiónica de RTVC, allí, en más de 35 capítulos, nuestro amigo alienígena conoció una buena parte de nuestras bandas y artistas, pero existe una segunda temporada en la cual nuestro invitado especial y espacial trabaja con un importante "parche" de artistas de nuestro país. 

 

Presentamos 10 aspectos importantes de Radiolito Misión Sónica:

1. Radiolito. Es muy fácil poderse enamorar del protagonista de la serie, es dulce, travieso, leal, inocente, incondicional, nuestro mejor amigo más allá de nuestro sistema solar.

2. Radiolón. Por fin descubrimos el nombre del planeta de Radiolito, dato clave, sin duda.

3. El Movimiento independiente colombiano. Este aspecto es fundamental, en estos tiempos de contingencia, además de nuestros artistas, también aparecen en la memoria los rodies, asistentes, managers, equipos de comunicación, entre otros, quienes trabajan para mantener vivo nuestro circuito musical independiente (este artículo está dedicado para esa heroica familia).

4. La Música. El tesoro de las temporadas, la expresión humana a través de los sonidos, legado de nuestros antepasados, herencia para las generaciones que vendrán.

5. Locaciones. El contenido se volvió dinámico, de tener como base en la primera temporada Bogotá y Radiolón (en la presentación), la segunda temporada se logró realizar en San Andrés, Providencia, Medellín y Bogotá.

6. RTVC Play. Hogar digital de propuestas de contenidos de alta calidad, un servicio y espacio natural de narrativas de vanguardia, memoria y nuevos mundos audiovisuales.

7. Producción. Se destaca el riesgo creativo y la gran apuesta de producción de la segunda temporada, la primera es pasional, fresca, con muchos riesgos conceptuales, el mejor homenaje a la misma fue la puesta en escena de la segunda, por cierto, con un Radiolito más repuestico.

8. Solidaridad. Al ir descubriendo cada uno de los capítulos observamos que el movimiento sonoro independiente colombiano tiene en la solidaridad uno de sus principios más importantes y fundamentales, el objetivo está claro, la música salva el mundo.

9. Memoria. Esta serie, incluidas sus dos temporadas, garantizan, para el tiempo, diferentes memorias de estas generaciones de artistas, existe un contenido audiovisual que desde una perspectiva muy original le contará a las futuras generaciones sobre las expectativas, sueños y trabajo de la música independiente colombiana actual.

10. Amor. La visita de Radiolito a la Tierra es ante todo una declaración de amor a la creatividad humana, a sus artes, a sus sueños, a la música, a esos sonidos que aún, en tiempos de crisis, salvan vidas, salvan mundos.