'Nadie nos mira' de Julia Solomonoff: el drama personal de un argentino en Nueva York

Desde el 5 de julio en salas, una oportuna historia sobre la inmigración coproducida entre Estados Unidos, Argentina, Brasil y Colombia.
Martes, 26 Junio, 2018 - 10:01

Por: Mariel Bejarano Vásquez

¿Es Julia Solomonoff de los mejores cineastas argentinos de la actualidad? Hermanas (2005), El último verano de la Boyita (2009) y la recién estrenada Nadie nos mira (2017) integran su filmografía, y cada una de ellas sigue una línea temática de la que la argetina naciada en Entre Ríos en 1968 parece no poder escapar: la búsqueda de identidad.

Su nueva película tiene mucho que ver con ella, con historias personales o relatos contados por gente cercana a ella en medio de su experiencia como argentina en Nueva York, cineasta y profesora, madre e inmigrante. 

Nadie nos mira (2017) es un drama personal de un actor de telenovelas argentinas afamado en su país natal que decide -tras una ruptura amorosa- huir a Nueva York confiado en que su talento sería necesario para encontrar en la gran manzana un lugar en donde destacar desde su profesión; pero para Nico, interpretado magistralmente por Guillermo Pfening (Mejor actor en el Festival de Tribeca) la realidad es opuesta a su deseo, él gana más dinero como niñero, mesero y limpiador de pisos turísticos que como actor. 

La película de Julia Solomonoff es un drama y ella ha elaborado, con la ayuda de un gran actor, el retrato de un personaje que en conjunto recrean muy bien en acciones más que en diálogos. Nico es de pocas palabras pero hasta su físico habla, él es latino pero es rubio, suponemos que es buen actor pero no ha logrado encontrar un solo papel en Nueva York, es un galán de telenovela  pero es gay, desempeña a la perfección un rol como niñera pero es hombre... Y fue ésta última característica de la que se valió Solomonoff para abordar el drama de los inmigrantes y la búsqueda de estos por un lugar, por una identidad que parecen haber dejado millones de kilómetros atrás y que procuran conservar a pesar del choque cultural que les representa sobrevivir en otro lugar, anhelando un futuro mejor. 

Como lo utópico y lo real, el ser y estar es otro juego que nos plantea la película, y lo hace a través de un guiño idiomático que abre el desenlace de la historia de Nico, quien tras haber pasado por la infinidad de los micro dramas que caracterizan al inmigrante, opta por ser lejos del lugar en el que nunca halló un lugar para sí.

Nadie nos mira (2017) de Julia Solomonoff es una buena película, es interesante y fácil de ver. Pero al abordar un territorio tan transcitado en otros trabajos le falta fuerza, el falta eso que la haga extraordinaria y única, su gran fuerte está en el trabajo de Guillermo Pfening, quien parece estar interpretándose a sí mismo, es perfecto.