Foto: Captura Vimeo

Luis Ernesto Arocha, el ojo del cine experimental de Barranquilla

Recordamos el trabajo de este nombre fundamental en el arte conceptual en Colombia. 
Lunes, 26 Febrero, 2018 - 06:21

Por: Sandra Villaba

Cuando se piensa en el cine del Caribe colombiano es obligatorio hablar de Luis Ernesto Arocha. Este arquitecto y cineasta barranquillero fue pionero del cine experimental y de la animación en el país. También, hizo parte de una generación de artistas que impulsó cambios trascendentales en la apreciación de las artes plásticas en Colombia. Su obra se caracterizó por el contenido homo erótico, la crítica social, la ironía, la seducción por lo monstruoso, la disociación de la imagen y la experimentación conceptual y técnica.

Su primera película fue La Pasión y Muerte de Margarita Gautier (1964), junto a Enrique Grau. Allí desarrolló una historia muy sencilla con el fin de explorar las ideas que también interesaban a sus maestros Warhol, Brakhage y Anger. En 1973 estrenó La Ópera del Mondongo, con la cual alcanzó gran reconocimiento nacional. La película hace una crítica social a la situación en la Barranquilla de los 70’s y lo hizo merecedor de un premio India Catalina del Festival Internacional de Cine de Cartagena FICCI.
 

Luis Ernesto Rocha fue el último sobreviviente de la conocida tertulia intelectual llamada El Grupo de Barranquilla. Entre 1953 y 1960 fue visitante asiduo de La Cueva donde se encontraba con sus amigos: Alfonso Fuenmayor, Cecilia Porras, Juan Antonio Roda, Graciela Samper, Enrique Grau, entre otros. Junto a Álvaro Cepeda codirigió la película La subienda (1972) y fundaron el primer cine club de Barranquilla. 

En la arenosa de la década de los 60 y 70, se generaron, gracias al trabajo de Arocha, corrientes estéticas que permitieron la entrada a la escena local de ideas, técnicas y estrategias propias del arte conceptual. Arocha desarrolló un arte plástico que denominó Objetos de luz, compuestos de globos de cristal con mariposas flotando en su interior u hojas de cristal que brillan con electricidad, entre otros, y para los que usó materiales como el bambú y las conchas marinas. Muchos de estos objetos fueron expuestos en museos y galerías del país.

Su último trabajo fue El Extraño Caso del Vampiro Vegetariano (2017), una película filmada en el edificio García, inmueble art deco de Barranquilla, y protagonizada por Carlos Serrato y Germán Quintero. La cinta, codirigida con David Covo, sigue las andanzas de un Drácula temeroso que solo se alimenta de las flores de los cementerios. Durante el Carnaval de Barranquilla, mientras busca una víctima para saciar el hambre de su madre, el vampiro se hace amigo de Van Helsing, quien se encuentra en la ciudad asistiendo a un congreso de psiquiatría.

Arocha murió en 2016, pero sus trabajos se siguen exhibiendo en Nueva York, en la Filmmakers Cinematheque así como está en  Caracas, Bogotá, Cali, Cartagena y Barranquilla, con gran éxito dejando un enorme legado en varias generaciones de cineastas.