‘Jubilee’ (1978)

‘Jubilee’ una película punk que cuestionó toda la realidad  

Repasamos esta obra que hizo molestar a punkeros y conservadores por igual. 
Jueves, 10 Febrero, 2022 - 12:20

Por: Juan Sebastián Barriga Ossa

“Siempre y cuando la música esté lo suficientemente fuerte, no es escucharemos el mundo caerse a pedazos”
‘Jubilee’ (1978)

 

En su lujoso palacio, la Reina Isabel I, quien rigió Inglaterra desde 1558 hasta 1603, llama al ocultista John Dee para hacer un ritual alquímico y convocar al espíritu Ariel y pedirle que les muestre cómo será el futuro del reino. Probablemente la querida monarca imaginó un mundo utópico lleno de prosperidad  y armonía. Grande fue su sorpresa cuando llegó a una ciudad en ruinas, tomada por adolescentes violentos, irracionales y medio psicópatas que no temen a la muerte ni tienen ninguna empatía por absolutamente nada vivo. 

Estrenada hace 44 años, el 3 de febrero de 1978, Jubilee (Jubileo en español) fue una película que desafió absolutamente todo lo que aconteció en la Inglaterra de finales de los 70. Tanto la represión oficialista del estado británico como la naciente y salvaje contracultura punk, fueron retratadas, caricaturizadas y cuestionadas en esta cinta de culto que logró incomodar a todo el mundo.

La mente que ingenió esta obra fue la de Derek Jarman, cineasta, diseñador de escenografías y activista por los derechos de los gays, quien para finales de los 70 se encontraba más cerca de los 40 que de los 20, pero estaba fascinado con la naciente cultura punk que empezaba a infectar las calles de Londres. Así que juntó 200.000 Libras Esterlinas y convocó a varios de estos primeros punks para darle forma a Jubilee

Entre el reparto estuvieron Adam Ant, de la banda Adam and Ants, la cantante y actriz Toyah, Nell Campbell, quien también participó en Rocky Horror Show (1980), la cantante francesa Hermine Demoriane, Wayne County, de la banda Wayne County & the Electric Chairs y Jordan, quien trabajaba como modelo en Sex, la icónica tienda de ropa Vivienne Westwood. Además la película tuvo participación de The Slits, Siouxsie and the Banshees y la banda sonora fue compuesta por Brian Eno.

Por su puesto fue grabada al estilo guerrilla en apenas seis semanas, el estudio estaba lleno de gente que andaba por ahí desnuda y las escenas de exteriores se hicieron en varios barrios marginales de la ciudad donde todavía estaban las cicatrices de el Blitz, como se designaron a los bombardeos que asolaron la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial. 

El resultado es un crudo y honesto retrato de la época, en la que los jóvenes de una de las capitales más importantes del norte global y la cabeza de un imperio decadente, viven sin noción de futuro y entregados al placer y la violencia. En la película, Londres ha sucumbido ante el caos y el descontrol. La ciudad está tomada por pandillas, compuestas en su mayoría por mujeres jóvenes, que van por ahí destruyendolo todo.   

Cuando Isabel I y su ocultista llegan a este mundo, empiezan a explorar el caos mientras siguen a  Amyl Nitrate, Bod, Chaos, Crabs y Mad, un grupo de mujeres que no creen en nada. De hecho una de ellas llega luciendo la lujosa corona de Isabel II, actual monarca de Inglaterra que cumplió 70 años en el trono, quien fue estrangulada y su cadáver se pudre por ahí. 

Esta pandilla va por las calles haciendo lo que se le da la gana, teníendo sexo orgiastico y asesinando a sus amantes por diversión. A este desquiciado grupo se unen Kid, quien busca ser famoso con su banda, y Sphinx y Angel, dos hermanos incestuosos y bisexuales. 

Entre fiestas, música, crimen, sexo, represión policial y muerte se desarrolla esta historia que cuestionó fuertemente el hecho que de los punkeros de la época tuvieran una obsesión con los símbolos totalitarios. Por eso buena parte de esa contracultura criticó fuertemente la película. Siouxsie and the Banshees se arrepintió de formar parte de la producción y acusó a Jarman de ser un hippie aprovechado y Vivienne Westwood la calificó de “aburrida y repugnante” y sacó una camiseta contra la producción y su director. 

Por el otro lado, la conservadora sociedad inglesa de aquel entonces, calificó a Jubilee de inmoral y ofensiva, por lo que Jarman logró unir a dos fuerzas opuestas que constantemente estaban en choque. Pero más allá de las críticas, este largometraje invitó al naciente punk a verse al espejo y ser crítico con su descontrol. Esta película cuestionó el usar la provocación como excusa para exhibir símbolos nazis e invitó a reflexionar sobre los peligros de coquetear con dichos símbolos, sobre todo en un momento en que la mano dura y la represión eran el discurso oficial del estado inglés. 

Jarman también buscó plantear el argumento de que todo el mundo puede ser corruptible. Por más rebelde y contracultural que sean cuando hay poder y fuerza de por medio, es fácil sucumbir y dejar las luchas de lado. La autodestrucción sin sentido también puede ser una forma de control y los ídolos del caos pueden ser fácilmente utilizados por la industria, el entretenimiento y el gobierno para vender obediencia. 

Por eso Jubilee, que está disponible en la plataforma MUBIes hoy considerada un película de culto, ya que envejeció como una oda al hedonismo y la libertad cargada de un fuerte mensaje político que sigue siendo muy vigente, ya que ese mundo en el que los rebeldes y el oficialismo caminan de la mano, se hizo real a en los 80, cuando aparecieron cosas como el RAC (rock contra el comunismo) impulsado y financiado por el Frente Nacional, partido inglés nacionalista y ultra derechista con cortes facistas, y la violencia, la homofobia, el racismo y la discriminación aumentaron en las calles. 

Derek Jarman murió de SIDA el 19 de febrero de 1994 y con esta película dejó una gran obra del cine alternativo y un mensaje que es importante seguir escuchando.