Fear Street: Una carta de amor al horror adolescente (Parte 1, 1994)

Llega la primera parte de esta trilogía cinematográfica, donde el terror inocente para jóvenes de los años 90 adquiere una nueva dimensión.
Viernes, 2 Julio, 2021 - 02:33

Por: Iván Samudio

Este 02 de Julio llega a la plataforma digital de Netflix la primera parte de la trilogía cinematográfica de Fear Street, una producción de Chernin dirigida por la cineasta Leigh Janiak, recordada por otras destacadas películas de terror como Honeymoon. Para aquellos que fueron chicos y adolescentes durante los años 90, tal vez en sus recuerdos permanezca la imagen de series antológicas del género como ¿Le Temes A La Oscuridad? y Escalofríos. Esta segunda es de vital importancia porque se inspiró en los libros del autor R.L. Stine, quien es considerado como el Stephen King del público juvenil.

Pues bien, aquí hay dos buenas noticias; la primera es que esta producción está inspirada en otra obra de este autor, la cual comenzó a publicarse en varios periodos desde 1989; la segunda, es que no hay por qué preocuparse alrededor de aquel tono cándido que hubo en Escalofríos, aquí las cosas adquieren otra lectura al haber una calificación para adultos, donde si bien se respeta la obra de Stine, vamos a encontrar terror puro, duro y sangriento sin concesiones.

¿De qué va la historia? Un relato sobre lo que implica ser diferente

Según su directora, este proyecto habla mucho sobre el empoderamiento de la mujer y la homosexualidad, como un tema que en otros tiempos era considerado como algo inapropiado y prohibido. Aquí se nos cuenta la historia de un pueblo ficticio llamado Shadyside, el cual según poblaciones aledañas como Sunnyvale, está maldito desde hace décadas, ya que, es el epicentro de atroces asesinatos por parte de varios psicópatas.

Dentro del mismo folclore regional, existe una leyenda popular acerca de una bruja conocida como Sarah Fier, quien en el pasado impartió una maldición contra esta población. Por tal razón, en 1994 comienzan a aparecer nuevas muertes de jóvenes locales, los cuales encienden las alarmas al indicar que una vez este ciclo se vuelve a repetir. Allí aparece Denna Johnson (Kiana Madeira), una chica afroamericana estudiante de la preparatoria de Shadyside, quien siendo homosexual se encuentra en una posición firme frente a su orientación, pero debe lidiar con una relación amorosa difícil junto a Sam Fraser (Olivia Walsh), otra chica que por el contrario se debate en el dilema si debe o no salir del closet.

Allí se desencadena una historia llena de giros, ya que, de una manera muy inteligente la película logra engañar a la audiencia donde la historia parece ser una cosa, pero termina siendo otra completamente opuesta. Así, por diversas situaciones, Denna y sus amigos de colegio terminarán encarando esta amenaza múltiple, todo enmarcado en un relato donde el drama y el entorno sociocultural van dictaminando las situaciones en devenir.

 

 

Los años 90, reflexiones e interpretaciones 

Más allá de todas las referencias a lo retro alrededor de la cultura de los años 90, su banda sonora presenta un despliegue esencial de artistas como White Zombie, Nine Inch Nails, Garbage, Radiohead, Prodigy y Soundgarden, junto con un compendio de referencias y pequeños homenajes al género donde constantemente mencionan a Stephen King. La reflexión principal radica en ponerse en los zapatos de los adolescentes de aquellos años, su relación temprana con la hiperconectividad de Internet, el gran dilema de conseguir dinero de otras formas para lograr propósitos de vida, la falta de desarrollo y oportunidades sociales, la amistad entre pares, el amor, el bullying y la discriminación.

El cine slasher resulta ser el más homenajeado durante la cinta, al hacer referencia a producciones influyentes de la talla de Scream. Así mismo, se sale completamente de los clichés preestablecidos del género y sin convertirse en algo autorreferencial, trae consigo consideraciones en las que nos invitan a pensar cómo la equidad de género actualmente está mucho consolidada, a diferencia de otra época donde era necesario mantenerse oculto en las sombras.

Todo el reparto trae consigo actuaciones bastante sólidas, donde la relación entre cada uno de los personajes le da dinámica a cada uno de los acontecimientos. Fuera de Kiana Madeira y Olivia Welch como los ejes principales, todos los aplausos son para Benjamin Flores Jr. y su interpretación de Josh Johnson, el hermano menor de Deena, quien viene siendo el nerd de todo este tipo de historias, quien gracias a su conocimiento pasa de ser un personaje secundario a uno protagónico de forma inesperada.

 

R.L. Stine para las nuevas generaciones y los fanáticos más veteranos

Si bien esta producción se inspira en la obra del mencionado autor, al tomar muchos elementos de su universo, algunos personajes, lugares y ubicaciones, esta elabora algo completamente nuevo, donde gracias a las bondades del streaming es posible crear estos híbridos entre cine y televisión. Para Leigh Janiak, Fear Street representa una obra que se vincula a un nuevo y creciente número de producciones del género, donde encontramos a mujeres como directoras con una factura única y un objetivo claro: presentar mensajes sociales en clave de horror.

Fear Street es una apuesta muy grande para este año dentro del género. Es como tomar lo mejor de historias como Los Goonies y The Monster Squad, pero enfrentándose a dramas mucho más reales y a un terror aún más explícito, donde los monstruos pueden blandir armas filosas o simplemente asumir actitudes cotidianas.