'Back to black', un retrato conmovedor y desgarrador de Amy Winehouse

Profundamente conmovedora y asombrosamente poderosa, Back to black observa a uno de los mayores talentos del siglo XXI e intenta comprender cómo los demonios personales destrozaron a Amy Winehouse (Marisa Abela).

Con un guion basado en material narrado en primera persona, vemos el ascenso de Amy Winehouse desde sus años de estudio en los suburbios hasta el estrellato mundial, antes de su muerte con solo 27 años, dejando al mundo un legado imborrable. 

Contada desde el punto de vista de la propia Amy, su historia comienza en una familia orgullosamente judía del norte de Londres, en medio de la separación de su padre Mitch (Eddie Marsan) y su madre Janis (Juliet Cowan).

Amy comparte un vínculo inquebrantable con su abuela Cynthia (Lesley Manville), quien es todo lo que Amy quiere ser: glamorosa, hermosa y con un pasado salvaje lleno de romance y jazz.

Siendo una adolescente, Amy empieza a escribir canciones repletas de detalles emocionales y de su peculiar sentido del humor. Pronto gana seguidores y, a pesar del éxito de su primer álbum Frank, sigue teniendo los pies en la tierra y pasa gran parte de su tiempo jugando al billar en el pub The Good Mixer.

Allí conoce a Blake (Jack O'Connell), quien la corteja con la música del grupo The Shangri-Las en la rocola del pub. Su conexión es instantánea y, a pesar de que Blake ya tiene novia, la pareja comparte un romance apasionado. 

Pese a sus problemas personales, la carrera profesional de Amy va viento en popa con la llegada de su nuevo representante, Raye (Ansu Kabia).

Separada de Blake y por fin limpia, Amy parece rejuvenecida y en camino hacia la salud y la felicidad. Sin embargo, su historia llega a su fin demasiado joven. Back to black nos permite recordar su increíble vida y su legado. 

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“Yo quería hacer una película desde la perspectiva de Amy, a través de sus ojos. El único lugar donde su verdad podía ser encontrada era en la letra de sus canciones y en la música. Decidí contar su historia a través de sus propias palabras, de las canciones que escribió, de las canciones donde ella vertió su alma. Ella cantó sobre su amor, su dolor, su decepción, todo ello impregnado de una profunda emoción y, a menudo, de un humor salvajemente mordaz”, comentó la directora de la cinta, Sam Taylor-Johnson.

Marisa Abela como Amy 

Encontrar a la actriz que interpretara a Amy fue uno de los retos más grandes de Back to black, pero en cuanto Sam Taylor-Johnson conoció a Marisa Abela, quedó claro que la búsqueda había terminado. La agente de casting Nina Gold había reducido cientos de aspirantes a ocho mujeres para un día de audiciones.

“Siete habían venido vestidas de Amy, y Marisa llegó vestida de Marisa; pero Marisa era la única persona que, cuando miraba a la cámara, era Amy”, recuerda Taylor-Johnson. “Ella encontró algo en su alma que realmente reflejaba quién era Amy. Ese momento es como oro en polvo para los directores. Nina, Matt y yo, dijimos: 'ahí está’”.

La banda sonora

Puesto que Back to black iba a ser contada usando los temas principales de Amy Winehouse para representar momentos importantes de su historia, se buscó la colaboración de Universal Music y de Sony desde el principio.

El apoyo de Giles Martin y el uso de la banda original de Amy también fue clave. Dale Davis, el bajista de Amy y su corista Ade Omotayo se incorporaron como asesores musicales y volvieron a grabar todos los temas de la película en los emblemáticos Abbey Road Studios, donde Amy hizo su última grabación junto a su héroe, Tony Bennett.

“Pocas personas la conocían tan bien como ellos”, expresa Alison Owen, productora de cine británica, sobre la banda de Amy. “Obviamente, se sentían muy protectores de ella y de su legado, y fueron invaluables y muy generosos a la hora de ofrecer su tiempo, sus conocimientos y su amor por Amy”. Ade Omotayo, quien además era amigo de la infancia de Amy, expresó: “Ha sido un placer trabajar con Marisa; trabajé con ella desde el principio y estoy realmente orgulloso y contento con lo que Marisa ha logrado. Ha hecho un trabajo increíble”.

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Un look icónico

Taylor-Johnson y Owen estaban emocionados de contar con la genial PC Williams como diseñadora de vestuario. Los tres trabajaron juntos y en estrecha colaboración con Polly Morgan y Sarah Greenwood. Williams señala: “Amy fue capaz de destacar entre la multitud, se alegraba de tener un aspecto completamente distinto al de los demás, tenía un sentido del estilo muy definido”.

Todos consideraron que era importante no caricaturizar su apariencia y que siguiera siendo auténtica y cruda. “Para nosotros era crucial lograr el aspecto correcto de Amy, no queríamos nada que se viera muy bien cuidado”, explica Owen. 

“Queríamos que siempre diera la sensación de que era un look que ella misma habría creado en el baño del pub”.