Annette: un musical sobre amor, codicia y abuso

Hablamos con la banda Sparks que escribió musicalizó esta película.
Viernes, 29 Octubre, 2021 - 04:27

Por: Juan Sebastián Barriga Ossa

Seamos sinceros, el musical es un género difícil de ver, porque requiere mucha pasión, tanto para disfrutarlo como para hacerlo. Pero aún así, cada cierto tiempo aparece una gran obra que cautiva los sentidos de todo el público y la crítica. Moulin Rouge! (2001), Chicago (2002), La La Land (2016) son algunos ejemplos de musicales espectaculares que fueron un éxito. Y en 2021, el turno de brillar es para Annette, protagonizada por Marion Cotillard, Adam Driver y Simon Helberg, este drama abrió el Festival de Cannes y obtuvo el premio a la mejor dirección y ha recibido muy buenas críticas en todo el mundo. 

Este es un montaje teatral, melodramático en el que la música y la fantasía conducen una trágica historia de abuso y violencia camufladas con la enceguecedora máscara del amor.  El director francés Leos Carax, comanda esta obra escrita y musicalizada por los hermanos Ron y Russell Mael de la banda Sparks, que tiene a Los Ángeles como escenario y los protagonistas son Ann Defrasnoux (Marion Cotillard), una exitosa y amada cantante de ópera y Henry McHenry (Adam Driver) un polémico, desafiante y agresivo comediante, quienes son la pareja consentida de Hollywood y después de casarse tienen a Annette, encarnada por una marioneta. 

Pero el idilio amor de esta historia fue algo fugaz ya que el errático y vicioso comportamiento de Henry empieza a afectar a Ann, cuya carrera es mucho más exitosa, y poco a poco va notando la verdadera esencia de su esposo. Desesperados por arreglar las cosas, la familia hace un viaje en barco que se complica cuando una tormenta los azota. Ann no sobrevive, pero Henry descubre que la pequeña Annette tiene el talento musical de su madre, lo cual significa una lucrativa oportunidad para este polémico hombre. 

Desde sus respectivas casas en Los Ángeles, Ron y Russell Mael cuentan que esta historia nació hace 8 años, y la idea original era montar un show musical teatral. Pero el proyecto empezó a mutar precisamente en Cannes, donde los hermanos se conocieron con Carax luego de que él incluyera una de sus canciones en su película Holy Motors (2012), la cual esa una surrealista obra que altera todos los sentidos y que también tiene un componente musical importante, de hecho entre el elenco está Kylie Minogue

Por su lado, Sparks empezó en los 70 y es un enérgico grupo de pop/rock muy influenciado por el cine y el teatro que ha compuesto varias óperas rock y en 2009 hicieron para la radio sueca un musical radial llamado The Seduction of Ingmar Bergman, en la que el mítico director de cine hace una visita ficticia a Hollywood. El éxito de esta producción los motivó a probar algo más ambicioso como una película. 

“Nosotros de verdad tenemos mucho respeto por la música pop en lo relacionado con el oficio de hacer canciones individuales, pero siempre es un reto especial el querer hacer una pieza narrativa”, comenta Ron. Los hermanos dicen que cuando le pasaron la propuesta a Carax no pensaron que iba a suceder mucho, por eso fue estremecedor cuando les comento que quería desarrollar la idea. “Fue una sorpresa cuando nos dijo ‘quiero que esto sea mi siguiente película’, eso fue un honor y algo muy halagador porque él no hace muchas películas, solo tienen unas seis, así que tenerlo enfocado en la forma en que lo hizo por casi 8 años mostró el nivel de su entusiasmo”, cuenta Russell. 

Luego de ese encuentro vinieron ocho años de minucioso trabajo en el que los hermanos y el director conspiraron para unir el lenguaje musical con el cinematográfico. Ellos cuentan que tuvieron retos como darle pausas a la música para permitir que la audiencia respire con los diálogos o redondear más a los personajes. Pero el trabajo más emocionante fue el que se hizo con los actores, porque a parte de crear e interpretar a sus personajes, tuvieron que cantar y bailar. 

Algo que para Marion Cotillard es más natural, pero para Adam Driver no tanto, de hecho en ocasiones se nota que el canto no es su fuerte, pero la vida que da Henry es brillante. Driver logra encarnar a un ser despreciable, un asesino despiadado, que no teme usar a su hija para sus propios intereses. Codicioso, alcohólico, manipulador, este personaje encarna el machismo en su versión más tóxica lo cual se logró gracias un trabajo muy cercano entre los músicos y el elenco. 

Durante la mayor parte de la producción, la voz de Henry fue la de Russell, quien dice que: “Driver no lo tomó a la ligera. Quedamos sorprendidos de cómo logró retener varias de las piezas que son muy complejas como los duetos y el tono que logró nos alegró mucho porque él no viene de Broadway, sino que es más natural”. 

Por su parte Ron opina que el proceso fue: “algo extraño en particular para Russell porque en la versión original él era Henry, y de alguna forma te apegas a eso, pero también es Adam Driver, así que teníamos fe y fue recompensaba con su interpretación, la cual logró hacerla de una forma que mantuvo la sensibilidad original del personaje. Es muy halagador cuando eres un escritor que está acostumbrado a trabajar en un sistema cerrado. La primera vez que cantamos juntos fue en un ensayo en Nueva York y quedamos muy confiados que las interpretaciones iban a mantener la sensibilidad general de lo que hicimos, incluso sabiendo que son voces externas”.

Esta historia está dividida en dos partes. La historia de amor y la historia de explotación infantil y uniendo el hilo vemos cortos de un programa de chismes que indaga en la vida esta pareja constantemente asediada por los medios, que luego centran toda su atención en el increíble talento de Annette, quien se vuelve famosa en todo el mundo. 

Entre el morbo, la rabia y la fascinación el espectador queda atrapado no solo con la trama sino con el espectacular montaje de la obra. Los escenarios de los conciertos de Annete, la forma en la que Henry y Ann hacen sus shows y wn general la música de la película estimula todos los sentidos hasta un punto que llega al borde de la saturación. Pero dentro de todo el espectáculo, no dejan de toparse temas complejos como la violencia y el acoso sexual que vive la industria del entretenimiento. 

Pero Annette no es la única película que tiene la esencia de los hermanos Mael. Este año también salió The Sparks Brothers, un documental de Edgar Wright, sobre la vida y obra de Sparks. “Ha sido genial, Edgar hizo un trabajo genial en no solo contar la historia de Sparks, sino que contando una historia en la que la gente ha encontrado una especie de inspiración, ya que habla de la necesidad de ser honesto con tus impulsos creativos y no preocuparse por la parte comercial de las carreras. Si eso pasa es genial, pero no puede ser el objetivo principal”, comenta Russell. “Ahora tenemos muchos fans nuevos que nos dicen que se inspiraron por ese tema y eso les ha dado una motivación para perseguir carreras artísticas, así que de algún modo les hemos dado una bendición al decir ser honesto con tu visión creativa”, agrega. 

Y Annette es eso, un cuadro honesto de la complejidad de una relación. El delirio del estrellato y la maldición del talento atravesadas por el amor, el odio, los celos y la codicia. Sin duda una gran forma de sumergirse en el mundo de Sparks.