El feminismo afro que reconoce el legado ancestral y lucha contra el racismo
Leonor González Mina, Gloria Emilse Martínez Perea (Goyo), Nidia Góngora, Delia Zapata Olivella,Teresa Martínez de Varela también conocida como “Lisa de Andráfueda” y María Isabel Urrutia Ocoró, son algunos de los nombres de las mujeres que se han destacado en Colombia con su talento en la música, la danza, la literatura o el deporte, todas afrodescendientes.
Hablar de feminismo negro o afrodiaspórico implica tener en cuenta nuestra historia y el cambio que ha tenido el lenguaje o el discurso, la participación y la acción de cómo nos relacionamos y entendemos a otra persona, particularmente con las mujeres quienes nos enfrentamos constantemente a la inequidad, racismo y clasismo en todos los escenarios.
¿De qué se trata el feminismo negro o afrodispórico?
“Las mujeres negras afrocolombianas hemos venido construyendo,desde el legado de nuestras ancestras cimarronas y palenqueras, un feminismo otro que cuestiona los planteamientos universalistas del feminismo eurocéntrico y andino céntrico, transformándolo y enriqueciéndolo” Betty Rut Lozano
Según el DANE, el Valle del Cauca es uno de los departamentos con mayor población que se reconoce como negra, mulata o afro. Su capital, Cali, es la segunda ciudad con mayor población afro en el país y en Latinoamérica.
Betty Rut Lozano es socióloga de la Universidad del Valle, cuenta con una Maestría en Filosofía de la misma universidad y es Doctora en Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar. En su artículo titulado “El feminismo no puede ser uno porque las mujeres somos diversas. Aportes a un feminismo negro decolonial desde la experiencia de las mujeres negras del Pacífico colombiano”, expresa que:
“Las mujeres negras o afrodescendientes han sido miradas o construidas, por las ciencias sociales y el Estado como muy pobres, vulnerables, analfabetas, llenas de hijos, en general incapaces para la acción. Puede afirmarse que la jugada colonialista se aplica con mayor rigor sobre las mujeres negras a quienes se suele considerar “oprimidas por su propia obstinación y carentes de iniciativa.” Resulta, entonces, difícil pensar que una mujer con estas características pueda tener un aporte significativo al proceso de construcción de la Ley 70 de 1933 que ha sido una estrategia de defensa del territorio, que logró movilizar por toda la región del Pacífico un gran número de organizaciones sociales, culturales, de jóvenes y por supuesto de mujeres...Son pocos los nombres de mujeres que tienen un reconocimiento dentro del movimiento social de comunidades negras. Poca atención se ha prestado al aporte de un gran número de mujeres, dejando en la invisibilidad a la mayoría de ellas que con mucha valentía y aún a costa de su vida y del exilio aportaron a todo el proceso de construcción de la ley 70”.
Hablamos con lideresas de procesos feministas que se llevan a cabo en el Valle del Cauca para entender de qué se trata el feminismo afrodiaspórico y qué proyectos se están llevando a cabo desde el mismo.
Leidy Cabezas Caicedo, asistente de investigación del Centro de Estudios Afrodiaspóricos, CEAF, de la Universidad Icesi dice que “para entender el feminismo negro o afrodiaspórico, primero hay que tener en cuenta que esta es una perspectiva heterogenea no solo de pensamiento, sino de acción polítca y de vida que emerge de las realidades que protagonizan las mujeres descendientes de la diaspora africana en diferentes momentos de la historia y espacios geográficos distintos”.
Esa perspectiva enfrenta retos importantes porque vivimos en un país patriarcal, heteronormativo y además racista, tres limitantes grandes que enfrenta el feminismo afrodiaspórico como cualquier otra corriente del feminismo.
En Colombia podemos encontrar proyectos que se desarrollan con ese enfoque como la Casa Cultural El Chontaduro, cuya agenda política va enfocada al feminismo negro; La Colectiva Matambaaf en Bogotá, en el que realizan proyectos con mujeres, niños y niñas.Y también encontramos autoras que hablan del tema como Mara Viveros Vigoya o Betty Ruth Lozano.
"Desde el CEAF, una plataforma que permite articular la necesidad de investigación de enseñanza y de extensión relacionadas con la población afrodescendiente en Colombia, se vienen realizando varios trabajos que aportan a entender y comprender los aportes que hace la diáspora africana a lo largo de la historia, desde la llegada de africanas y africanos esclavizados, hasta el momento actual, creando nuevas narrativas al respecto”, indica Cabezas Caicedo.
“Es importante hablar de feminismo afrodiaspórico porque permite conocer realidades ocultas, permite reflexionar acerca de múltiples vulneraciones. A través del análisis y la comprensión podemos construir formas o mecanismos de resolución o construcción. Reconocerlo permite evidenciar las vulneraciones que las mujeres negras y personas enracializadas viven en diferentes contextos”, explica Johana Caicedo, filósofa de la Universidad del Valle.
Cinthya Montaño es cantante, gestora cultural y comunicadora social, pertenece a la red de mujeres y organizaciones del oriente de Cali, la Asociación Lila Mujer, y lleva a cabo proyectos con la Casa Cultural El Chontaduro. Entre estos talleres que abordan temáticas sobre el ser mujer afro, ella cuenta su punto de vista:
“El afrofeminismo tiene que ver con el cómo nosotras vivimos nuestra feminidad, está alejado del concepto occidental, europeo o blanco del feminismo, porque aquí juegan otros valores. No se trata de discriminar al hombre o utilizar a los otros u otras. Aquí no solo se construye desde la fuerza femenina, sino también desde la comunidad y desde otros movimientos culturales y espirituales que también tienen mucho que ver en esa construcción de feminidad, con todas las diferencias que hay allí.
Por eso es importante reconocer nuestra identidad étnica y cómo eso incide en nuestra forma de vida. Desde la Casa Cultural El Chontaduro, no solo desarrollamos talleres enfocados a la identidad étnica, sino también con actividades que tienen que ver con la incidencia en la comunidad, por ejemplo, en la parte alimentaría y solidaria frente a toda esta situación del Covid. Ahora vamos a empezar unos proyectos enfocados en la parte artística con tradición oral, escritura, música, representaciones performáticas con todo este tema de ser mujer afro”.
¿Cuáles son los retos del Feminismo Afro?
Para Johana Caicedo, “se hace evidente cómo las estructuras de poder y el colonialismo excluyen, discriminan y generan más vulneración y con ello lo que se busca es revisar, reconstruir, formar estrategias para resolver esas múltiples dificultades”.
Por su parte, Cinthya Montaño señala que los retos del feminismo afro son muchos a superar: “el machismo, el colonialismo, porque así nos educaron en esta sociedad colombiana a todos y todas. Estamos hablando de muchas generaciones a las que se han transmitido estos pensamientos, se han normalizado la violencias y se han normalizado muchas prácticas machistas. Las mujeres afro obviamente no estamos exentas de eso en la cotidianidad, en cómo se educan a nuestros hijos e hijas, cómo se llevan las labores del hogar , cómo se llevan las relaciones de pareja, cómo se vive en la vida pública en diferentes situaciones, entonces, en todos los aspectos está permeado el machismo y no solo por ser mujeres negras sino por vivir en esta sociedad que así fue constituida.
Hay muchísimo por desaprender, mucho por tomar consciencia y por transformar como sociedad independientemente de la orientación sexual que se tenga, para que realmente nos podamos desarrollar todas, todos y todes como seres humanos”, puntualiza.
¿Qué papel juega la música en el feminismo afrodiaspórico?
Para Cinthya Montaño, la música es uno de los canales para difundir cómo nos sentimos como mujeres afro y de nuestra cosmovisión, nuestra manera de ser en una sociedad como la nuestra. “Con la música podemos difundir las ideas, vivencias y experiencias que suceden al interior de las diferentes comunidades afro y que luego se pueden ver reflejadas aquí. Aún no podemos hablar de cambios en la música, porque son pocas las canciones que hablan de este tema claramente. Sin embargo, tenemos representantes como Nina Simone, Aretha Franklin, Lauren Hill, entre otras”.
Por su parte, Leidy Cabezas del CEAF, dice que “la música juega un papel importante porque cuestiona estos patrones impuestos desde el patriarcado, el sistema heteronormativo y racista. Hay muchas propuestas musicales que se vienen desarrollando en Cali”
Recomienda también el trabajo que realiza Joyce da Silva Fernandes a.k.a Preta-Rara, rapera, feminista, activista, historiadora y escritora brasileña que en sus letras recoje la perspectiva del feminismo negro desde la identidad. Trabajó como empleada doméstica durante 7 años y ha luchado por hacer visible las voces de las mujeres que ejercen esta labor, por ello creó el proyecto “Eu, empregada domestica”.
¿Cómo se ha destacado el feminismo negro o afrodiaspórico en el cine colombiano, qué logros ha tenido?
Gerylee Polanco, directora del Killary Cinelab, un laboratorio cinematográfico virtual para mujeres que ha realizado una investigación sobre la participación de la mujer en el cine colombiano, nos habla al respecto:
Si pensamos en las representaciones de lo negro o afrodiaspórico en el cine colombiano, realmente podemos encontrar unas formas que responden a las dinámicas de la sociedad, es decir, representaciones que reproducen el racismo, el clasismo y por supuesto el machismo, en ese sentido no hay algo para destacar porque sigue habiendo un encasillamiento, unos modos de representación que estereotipan al afro o negro. En ese sentido es muy diciente que esas representaciones ocurran porque corresponden a una estructura social en la que todavía convivimos. Creo que desde allí hay mucha labor por hacer, por ampliar esos relatos, que haya más y mejor auto representación de lo afrodiaspórico en Colombia.
En nuestra investigación logramos reconocer algunas mujeres que agencian narrativas audiovisuales como mujeres negras y que están de alguna manera generando visibilización y generando procesos de autorepresentación que son tan necesarios.
¿Qué directoras afro se destacan en nuestro país?
De acuerdo con Gerylee Polanco, en Killary Cinelab realizaron un estudio en el que identificaron que se destaca Esperanza Biohó Perea, la mujer que realizó un documental titulado “Del Palenque de San Basilio” en el 2003. Ella es una gestora que a través de su Fundación Cultural Colombia Negra, ha desarrollado series para tv como ‘Tabogo Kilele’ y ‘Bogotá África’. Lo anterior la convierte en una figura importante, no solo desde la gestión cultural para las comunidades negras o afrodescendientes sino también en la producción de contenidos y la visibilización de los aspectos culturales de estas comunidades en el país.
“Sin embargo, a pesar del corto rastreo que hacemos en la investigación no logramos ubicar más mujeres negras colombianas que estuvieran con una trayectoria o que vinieran desarrollando un trabajo o con visibilidad. Aún así, encontramos el proceso de Cimarrón Producciones, liderado por Heny Cuesta, que viene también haciendo productos de comunicación de mujeres afrocolombianas, por otro lado está la artista visual Liliana Angulo que hace parte del Wi Da Monicongo, el Consejo Audiovisual Afrodescendiente de Colombia. Ella, a través de su obra visual, como "Negra Menta", ha hecho crítica a las representaciones de lo negro”, indica Polanco.
Agrega que “entonces podemos hablar todavía de un mapa todavía con muy pocos puntos de encuentro, poca presencia en Colombia. No obstante las mujeres han tenido mucha visibilidad en el país como actrices, pero su lugar de representación ha sido el lugar de mujeres que desarrollan actividades domésticas o también representadas como mujeres pobres. Es un tema que hay que abordar desde los cambios de paradigma que es importante seguir ampliando, ensanchando esas narrativas porque las mujeres negras están teniendo otros niveles de participación, otras incidencias, por eso es importante desde lo audiovisual ayudar a cambiar esas percepciones”.
Fotografías por Liliana Angulo Cortez, obra “Negra menta”, serie fotográfica de la artista, realizada en el año 2000. Inspirada en la recordada caricatura “Negra Nieves” de Consuelo Lago, que desde 1968 ha circulado en diversos medios impresos nacionales.
En esta obra, la artista realiza una serie de gestos con el fin de generar tensiones y provocar reflexiones alrededor de los estereotipos racistas y patriarcales que comúnmente definen a la mujer afrodescendiente colombiana. Vean la obra comentada por Museos del Banco de la República aquí.
Libros recomendados
En los relatos que constituye el libro Demando mi Libertad se rescata la voz de varias mujeres que a través de los tiempos nos tranmiten un objetivo común: defender su derecho de ser parte, en igualdad de condiciones, de una sociedad que se había construido sobre una fórmula de exclusión que racializaba las relaciones de género. En este sentido, los temas que aquí se tratan si bien se inspiran en la lectura de estas historias, reflejan problemas y temas de la mayor actualidad en el contexto de unas sociedades que, a pesar de las transformaciones políticas que las convirtieron en naciones independientes, siguen afincadas en la misma fórmula de exclusión de intensa raigambre colonial.
Entre las autoras que se mencionan sobresalen los nombres de Maria Ximena Abello Hurtado, Nayibe Katherine Arboleda Hurtado, Angélica María Sánchez Barona, Carmen Luz Cosme Puntiel, Edna Carolina González Barona, Castriela Esther Hernández Reyes, Evelyne Laurent-Perrault, Lina Marcela Mosquera Lemus, Elba Mercedes Palacios Córdoba y Aurora Vergara Figueroa.
“Rotundamente Negra”, de Shirley Campbell
El poemario “Rotundamente Negra”, es considerado “uno de los himnos de la mujer afrodescendiente hispanohablante”. Shirley Camphell es antropóloga, activista y poeta afrocostarricense.
Me niego rotundamente
a negar mi voz
mi sangre
y mi piel
Y me niego rotundamente
a dejar de ser yo
a dejar de sentirme bien
cuando miro mi rostro
en el espejo
con mi boca
rotundamente grande
y mi nariz
rotundamente ancha
y mis dientes
rotundamente blancos
y mi piel
valientemente negra
Y me niego categóricamente a
dejar de hablar mi lengua, mi acento y mi historia
Y me niego absolutamente
a ser de los que se callan
de los que temen de los que lloran
Porque me acepto
rotundamente libre
rotundamente negra
rotundamente hermosa.
(De Rotundamente negra)
“Me niego rotundamente
a negar mi voz
mi sangre
y mi piel
Y me niego rotundamente
a dejar de ser yo
a dejar de sentirme bien
cuando miro mi rostro
en el espejo
con mi boca
rotundamente grande
y mi nariz
rotundamente ancha
y mis dientes
rotundamente blancos
y mi piel
valientemente negra
Y me niego categóricamente a
dejar de hablar mi lengua, mi acento y mi historia
Y me niego absolutamente
a ser de los que se callan
de los que temen de los que lloran
Porque me acepto
rotundamente libre
rotundamente negra
rotundamente hermosa.”
(De Rotundamente negra)