'La Humanidad o nosotros'
La Argentina Negra del Gallo Negro de Illya Kuryaki & The Valderramas
De vuelta a las raíces parece ser la premisa actual del dúo más sexy, funky y auténtico que dio el rock argentino en los 90. Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta, conocidos en combo como Illya Kuryaki & The Valderramas, publicaron el pasado 8 de abril su nuevo y octavo trabajo discográfico “La Humanidad o Nosotros” con Rafa Sardina en la mezcla, al cual le sumaron el lanzamiento del video Gallo Negro, que supera con su textura, color e intensidad en el baile, cualquier verano en Buenos Aires.
Casi 26 años han pasado desde la publicación de Fabrico Cuero, su primer y más rapero trabajo discográfico. Discos, viajes, giras, fiesta (mucha fiesta), productores, premios, hijos y carreras en solitario han vivido este par de amigos que más que eso, son hermanos y juntos han escrito un capítulo importante del Rock Argentino.
Entonces, ¿qué pueden esperar los fans y los nuevos escuchas 26 años después?
Un par de músicos maduros diciéndole a la industria discográfica que aunque trabajarán de la mano de ellos lo harán bajo sus propias condiciones, en otras palabras algo así como lo que dice Calle 13 “Adidas no me usa yo estoy usando Adidas”. Dante y Emmanuel son de cero concesiones, dando lo que ellos quieren y no lo que el resto espera. Eso no los hace más egoístas, todo lo contrario, suenan más honestos. Quizá por eso vuelven al privilegio de hacer baladas tan clásicas que casi parecen un homenaje al padre de Dante, el maestro Luis Alberto Spinetta, y las ponen a convivir inmediatamente con un funky tan caliente que pone en evidencia esa Argentina negra afrodescendiente a la que la historia del mundo y del continente le debe varios capítulos. La reivindicación de unos puntos finales mal puestos o más bien un exceso de puntos suspensivos…
Ante esta realidad IKV, a su manera y con el paso de los años, ha ido realzando y celebrando la herencia de África en el sur del continente. A punta de Funk, Soul, Rock y Hip Hop han llenado de colores la música en Argentina, han calentado las pistas y han puesto a bailar al aparente desentendido que a veces sin pensarlo dos veces repite lo que más de una vez escuché de los taxistas en Buenos Aires: “aquí no hay negros, a todos los enviaron como carne de cañón a la guerra, a Paraguay y a las Malvinas” o como el ex presidente Carlos Menem dijo en una universidad cuando le preguntaron si había negros en Argentina, "no, ese problema lo tiene Brasil".
Lo que para muchos ha sido un problema, para otros como Illya Kuryaki & The Valderramas es parte fundamental de la cultura Argentina. Afro Argentinos hay y muchos, más teniendo en cuenta que el color no determina el origen y que el mestizaje y el mulataje se dio en todo el continente. Es la esencia de toda Latinoamérica, sin excepciones. Y hasta en la cultura, el arte y el lenguaje es evidente. Allí permanece y resiste.
Entre muchos ejemplos el famoso tango le debe parte de su origen al candombe que es Negro y palabras africanas como marimba, tango, candombe, matungo, mandinga, cafúa, dengue, mucama, caminan por las calles de aquella “París de América” que no es tan pura y tan blanca como parece.
Illya Kuryaki & The Valderramas navega por esas aguas de la reivindicación Afroamericana a través de la música, de la emoción, del palpitar del corazón y si eso no ha sido evidente en este octavo álbum le hablan abiertamente a África con una canción que lleva precisamente ese nombre y en donde le hacen un llamado al mundo convocando a la unidad, diluyendo los colores, invocando la magia, la danza, el cuerpo y el espíritu, traduciéndolo en calor, poder y ritmo.
Para que lo entiendan mejor, échenle un vistazo al “Gallo Negro” el video de su primer sencillo dirigido por Hernán Corera y Wacho. Y si les da curiosidad recuperen la tradición y el placer de escuchar todo un disco. Ya sacarán sus propias conclusiones de un Illya Kuryaki & The Valderramas que comparte “La Humanidad o Nosotros”, Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta pensando, sintiendo, reflexionando pero sobre todo bailando y cantando a una humanidad que debe estar más conectada con todos sus colores a través de ellos, o sea, su nosotros.